
Haití se ubica en
una zona que
cuenta con un
complejo sistema
de fallas como
resultado del
movimiento de
dos placas
tectónicas: la del
Caribe y la de Norteamérica.
Lo curioso es que se esperaba un gran
terromoto en esta zona, en concreto en la
falla de Enriquillo, desde hacía tiempo, ya que
el último databa de 1860, y se tiene
constancia de que hubo otros ahí mismo en
1770, 1761, 1751, 1684, 1673 y 1618.
Los cálculos del desastre ocurrido el pasado 12
de enero alcanzan ya, una semana después, los
75.000 muertos, 250 mil heridos y un millón de
personas sin hogar, según el Gobierno
haitiano. Sólo en la capital, Puerto Príncipe, han
quedado destruidos la mitad de los edificios.